Despacito llamaron a la puerta, y ahí estaban. Algunos como garrapatitas adheridas al inigualable calor de mamá o papá; otros, con mayor desenfado, enfrentaron un espacio que les era desconocido, con mucha naturalidad. Así, nuevas plaplas llegaron para acompañarnos en el turno mañana. Por eso, les damos la bienvenida a Julieta, Giovanni, Ciro, Martina y Thiago. ¡Estamos felices que hayan venido a jugar con todos nosotros!
La adaptación al grupo ha sido, sinceramente, muy buena pese a que a algunos les costó un poquito más separarse de la familia. En pocos días pudimos incorporarlos al grupo y ¡hoy son un gran equipo!
Un aplauso muy fuerte para los papás y las abuelas que, con mucha paciencia y amor, nos ayudaron en este período que, para la gran mayoría, siempre es difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario